El aceite de oliva es un producto sin caducidad, pero sí con un consumo preferente debido a que hay agentes externos que dañan sus características organolépticas como el sabor y el olor. Uno de estos agentes dañinos es la luz, ya sea solar o artificial que provoca la oxidación de los polifenoles.
👉Por eso es tan importante guardar el aceite en recipientes opacos, de acero inoxidable o cristal, o el caso de aceiteras pequeñas transparentes, guardarlas en un armario cerrado y no dejarlas en mitad de la cocina todo el tiempo. Preservarás mejor la calidad y sus cualidades organolépticas.

