COMER DESPACIO es clave para el mantenimiento del peso corporal

Es común hacernos propuestas al comenzar un nuevo año…”a partir del 1 de Enero dejo de fumar…”, “empiezo el gimnasio…”, “me pongo a dieta…”.

Casi todos los propósitos tienen que ver con nuestra salud, pero ¿cuántos de ellos llegan a buen puerto? ¿Por qué no se marca objetivos más fáciles de conseguir a corto plazo y de esa forma los grandes propósitos llegarán con menos esfuerzo?

Controlar su alimentación en fechas navideñas ha podido ser difícil, si no dispone de las herramientas adecuadas, hábitos saludables a cumplir todos los días del año, que pueden ayudarle a no subir de peso.

COMER DESPACIO es clave para el mantenimiento del peso corporal.

Para que las neuronas del hipotálamo puedan recibir las señales que les llegan de los diferentes órganos y así actuar como interruptores del apetito, provocando las sensaciones de HAMBRE o SACIEDAD cuando corresponda, necesitan unas condiciones adecuadas y unos hábitos que lo faciliten.

Si usted le da importancia a sus comidas, dedicándoles el tiempo que se merecen, masticando despacio, percibiendo el aroma, la textura en boca de los alimentos, o la cantidad a comer, le estamos dando tiempo a las neuronas a recibir a la hormona LEPTINA. Esta proteína se segrega conforme ingerimos alimentos. Cuando llega al cerebro activa a las hormonas de la SACIEDAD. Esto suele ocurrir entre los 20 y 30 minutos de haber empezado a comer. Podemos observar que esto nos ocurre comamos la cantidad que comamos: ¿nunca le han llamado al teléfono interrumpiendo la comida y cuando vuelve a la mesa ya no siente hambre?

Por tanto si usted se acostumbra a comer más despacio, observará ese momento en el que ya NO SIENTE HAMBRE, quizá sí note como puede comer más cantidad, pues el estómago podrá adaptarse a ello, pero en realidad será “comer por comer”.

COMER DESPACIO LE HARÁ COMER MENOS.

Hay muchos factores que influyen en la velocidad a la que comemos: comer con niños que requieren de atención, el tiempo para comer en jornada laboral, actividades extraescolares a horas cercanas a la comida, y sobre todo, llegar con el monstruo del hambre pegado a los tobillos. ¿Cómo puede vencer estas situaciones?

Administre mejor su tiempo, evite comer rápido para descansar antes de ir a trabajar, comiendo despacio también está descansando.

Si tiene que atender a un niño, hágalo, pero procure ser previsor, no esté levantándose todo el rato, implique al niño a preparar la mesa.

Elija las actividades extraescolares de sus hijos, a horas algo más espaciadas de la hora de comer, ya no solo para que usted coma más tranquilo, también para que lo haga el niño, facilitándole, además, la digestión.

Y una de las principales medidas a tomar, es procurar no llegar con hambre a la hora de la comida o de la cena.  Haga una toma de fruta o yogur a media mañana, eso le ayudará, y si no le ha dado tiempo, tome una fruta en cuanto llegue a casa, evitará picar y después devorar la comida en 2 minutos.

Es importante saber a la hora a la que empezamos a comer, mire un reloj, y dese la orden de comer en media hora.

Utilice tenedor siempre que pueda, no parta toda la comida primero, hágalo conforme va tragando, deje los utensilios en el plato mientras mastica despacio. Observe el sabor y olor que perciben sus papilas, ¡dele un gusto a sus sentidos!

Y si todo esto no funciona, ¡coma con la otra mano a la que suela hacerlo! Puede funcionar, ¿no?

Sobre todo debe comprender que comer despacio, requiere de una reprogramación cerebral. Vencer ese hábito de devorar puede llevarle tiempo. Según diferentes estudios, vencer un mal hábito puede costarle un esfuerzo de unos dos meses. Por tanto no pretenda que en unos días ya tenga esto solucionado. Debe concentrarse en ello, darle importancia, y ser muy constante. No pierda los nervios porque un día haya comido deprisa, perdóneselo, y procure esforzarse en la siguiente oportunidad.

En la mayoría de las ocasiones, queremos obtener mucha satisfacción con la comida, yendo a restaurantes, celebrando con la comida, pero como habrá comprendido, no es necesario comer mucho para esto, puede ser muy feliz con alimentos cocinados por usted, en cantidades moderadas, y además se dará cuenta del ahorro que supone comprar con moderación, evitando así tirar comida, o comiendo sobras.

Si quiere controlar su peso corporal, vigile el tiempo, y ya habrá ganado la mitad de la partida. La otra mitad, si quiere, podemos ganarla juntos.

Helena Rubio Palomares

Licenciada en Ciencia y Tecnología de Alimentos

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