Aburrimiento, ansiedad, estrés… como ves, el hambre no es el único motivo por el que ingerimos alimentos. ¿Cuál es el problema de dejarse “guiar” por las emociones? La búsqueda de consuelo o de placer en la comida produce un aporte energético innecesario en nuestro cuerpo que suele traducirse en un aumento de peso. Es decir, se consume más energía de la necesaria, haciéndonos engordar.

Para evitar que aspectos ajenos al verdadero apetito nos conduzcan a la comida, es necesario aprender a controlar estos impulsos. El fin es desarrollar un vínculo saludable con la alimentación, siendo nosotros quienes dominemos nuestras emociones y no a la inversa. Para lograr este objetivo se puede recurrir a ayuda profesional: y es ahí donde nuestro taller de hambre emocional entra en acción.

 

Nueva edición del taller de hambre emocional

El próximo viernes 13 de marzo (de 17:00 a 19:00) se celebrará en el Hotel Venta El Molino nuestra VI edición del taller de hambre emocional, con gabinete psicológico de Isabel Ortuno Paniagua.

Toma nota:

👉 Las plazas son limitadas: ¡solo hay 25! (Date prisa, ¡que vuelan!)

👉 Para asegurarse una plaza en el taller es necesario su pago.

👉 A partir del próximo 2 marzo se podrá realizar el pago en efectivo en mi consulta.

 

¿Por qué es tan recomendable participar en este taller de hambre emocional?

Resulta necesario distinguir entre el hambre real y el psicológico. Romper con estos malos hábitos, identificando qué ingestas se hacen de forma emocional (en lugar de atendiendo a las necesidades fisiológicas) te permitirá llevar tu relación con la comida hacia un nivel más saludable.

En este taller de hambre emocional compartiremos, de forma sencilla y coloquial, técnicas para empezar a domar a golpe de fusta a nuestro cerebro para que la comida no sea nuestra «droga» y poder obtener así un tratamiento adecuado de adelgazamiento. ¿Te animas?

Ir al contenido